jueves, 11 de octubre de 2012

el ciclo vital, cuestión de tiempo

Nacemos hijos, somos bebés y dependientes por completo de nuestros padres/madres, la mayor de las dependencias: nos tienen que bañar, limpiar las cacas, los pipís, darnos de comer, sacarnos el eructito, aliviarnos los gases, y salir a pasear en sillita, y muchas noches lloramos y no dejamos pegar ojo a nuestro abnegados padres... y todo con una sonrisa, bendiciendo a su bebé y contándoles a todos las monerías de su roro.

Seguimos creciendo y ya somos niños un poco más independientes, pero seguimos necesitando que nos alimenten, nos proporcionen vestido, calzado, educación, que nos corrijan los malos humos, en definitiva, educarnos para la vida, y ahí siguen los padres/madres abnegados, con la sonrisa en la cara haciendo todo esto, y en el momento en que pueden, ensalzando las gracias de su niño, mi niño quiere cromos, los tiene, mi niño quiere una bici, la mejor, consolas, etc... y si se porta mal, regañiña y a los diez minutos un cargo de conciencia grande y unas enormes ganas de agrazarlos.

Llegamos a la adolescencia y nos convertimos, admitámoslo, en insoportables, petulantes, malhablados, contestones y muy egoístas y ahí siguen los sufridos y abnegados padres, es la edad, hay que pasarla como un sarapión, se están autodefiniendo, forjando su propia personalidad, todo muy loable, quizá ya no nos provoque una sonrisa, pero si un enorme amor y ganas de guiarles en la vida y que no les pase nada, que ni el aire les toque!

Conocemos un buen día a nuestra media naranja y nos casamos, nos independizamos y durante un breve periodo de tiempo nos convertimos ya en INDEPENDIENTES, hasta que un día el predictor no anuncia una buenanueva y esperamos un bebe, y pasamos de hijos a padres, pero padres superocupados, estresados, sin tiempo para nada y siempre con los nervios a flor de piel y cuando el roro nuestro está en esa etapa de dependiencia pasamos a ser dependientes de los abuelos que aún se valen por sí mismos, a pesar de sus dolores, cansancio y edad y siguen siendo aquellos padres abnegados que siempre estuvieron a nuestro lado para ayudarnos... y todo pasa tan deprisa que no lo apreciamos, no se valora, pero he aquí que un día los abuelos sufren un "viaje en la máquina del tiempo" y pasan a convertirse de nuevo en DEPENDIENTES, necesitan que se les hable, se les mime, se les cuide, se les alimente, se les ayude a vestir, y descubrimos que no podemos, que no tenemos tiempo o que nos fastidia que "vengan a cargarse nuestra intimidad". Pero ya cuando hay que hacer como el bebé: limpiarles las cacas, el pipi, bañarles, darles de comer, etc... eso es ya insoportable, insufrible y como estamos estresados y muy ocupados con nuestros hijos y el trabajo, decidimos llevarlos al Jardín de Infancia Permanente, es decir, a una residencia de ancianos. Puedo entender cuando debido a una efermedad psiquiatrica, alzehimer, demencia senil, sea imposible mantener al anciano en el hogar, pero si no es así.... 

Padres abnegados hemos tenido 2 el papá y la mamá, y nosotros los hijos ¿cuántos somos para ayudarles en esta etapa? 1, 2, 3, 4 .... pero ah, el piso es pequeño, no hay dormitorio para al abuelo, no tenemos dinero para ponerles a alguien que les cuide, o simplemente, "yo es que no lo soporto", todos vamos a cumplir eso espero y deseo, ese ciclo vital, ya estamos algunos en fases avanzadas con hijos casados, en la universidad, incluso somos abuelos, o ya nuestro niño está convirtiendose poco a poco en adolescente y llegará ese día en que volvamos a ser dependientes y nos veremos en la tesitura de si nos envian al Jardín de Infancia o dónde, el problema es que con esta crisis infame a lo mejor el jardín de infancia se queda sin jardin y sin nada .

Todo este rollo es para pedir un poco de voluntad, de amor, de sensibilidad ante el anciano, si no hay amor, que puede pasar, al menos hagamoslo por nuestros hijos, que al fin y al cabo son los que van a decidir el día de mañana cómo tratarnos, y sobre todo, dormir con la conciencia tranquila de hacer las cosas correctamente.

Sé que últimamente puedo parecer triste y negativa, pero las circunstancias no me ayudan a sentirme de otra manera, solo pido fuerza y paciencia, capacidad para responder bien, y que por favor, nos paremos diez minutos a analizar el sentido de la FAMILIA, HERMANO/A, PADRE/MADRE, y que por favor, creo que se lo debemos, no tenían ni por asomo nuestros recursos, sueldos, casas ni nada por estilo, solo tenían el deber de hacerlo y la mayoría lo ha hecho desinteresadamente y con muchas fatiguitas.

salud y que la paz reine en vuestros hogares (pedante y pero absolutamente necesario) 

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