jueves, 16 de enero de 2014

LAS MIELES DEL EXITO'


Ayer fuí a una comida de jubilación, mi antigua jefa se jubila con 60 años, me dió una envidia que te cagas...
No tener que madrugar, no depender del reloj, no ver algunos caretos, ay por dios, debe ser la pera limonera.
Me tocó escribir el discurso, así que a última hora de la noche del día anterior al evento, me puse a ello, parece que trabajo mejor sobre presión, y me salió del tirón, por supuesto en tono irónico, no podría ni sabría hacerlo de otro modo, oye y parece que quedó bien, 4 páginas... iba con mis dudas, porque había mucha gente que no conocía y verás... las amigas siempre me decís -que bien Carmen, me encanta- me reí un montón, nos gusta lo que escribes-, pero cuando hay gente que no conozco uuummm.

Así que ya en el evento y nada más terminar el último plato antes de los postres, una de mis compañeras, soltó a traición: a ver, silencio que Carmen quiere decirnos algo... tócate el moño!
Situación: mesa redonda casi empotrá en la pared con una ventana, yo sentadita en el empotramiento sin posibilidad de escapar, a mi lado un maromo que no tenía el gusto de conocer, mu serio, a mi ladito y de pié. Yo me había tomado unas cuantas cervezas (no digo el nº no vaya a leer esto mi niño), unas copas de un rioja más gueeeenoooo, en fin que mira, yo pensaba: verás que corte y una leche! sentada me quedé y empecé a leer aquello y me iba entusiasmando y dejaba de leer, manoteaba, gesticulaba, y hasta escenificaba, llegué incluso a improvisar, a contar las cosas como me pasa cuando escribo, a borbotones, ahí salió ya mi vena andaluza que aquello parecía una comedia de los Alvarez Quintero y de vez en cuando, me dirigía al maromo de al lado y le arreaba unos manotazos en el brazo y le decía: anda mi arma, que te vas a molestar tú en darme un poquito de agua ¿no ves que estoy seca? anda que va a abrir el gachó la ventana, viendo los sofocos que tengo... y el maromo cogía la botella de agua y me ponía una copa o abría la ventana, incluso me sorprendí a mí misma diciéndole a un invitado de cierta edad y usted, deje de mirarme la pierna y esté atento... yo no miraba a nadie en particular, pero mi Pilar que estaba a mi izquierda lloraba y lloraba y se frotaba los ojos con un clinex en la mano, y yo oía la masa como reía y ya por fin dije: pido un aplauso para la nueva jubilada!!! y respiré.

Bueno, pues tengo que deciros que fué un éxito total, la homenajeada encantadísima, me lo agradecía constantemente, uno me dijo que desconocía esa faceta mía (y las que no sabes tú...) otro que me había equivocado de profesión (esté pensó que igual me iría mejor con los payasos) y muchos me felicitaron y lo mejor: me dijeron que hacía tiempo que no se reían así, que les gustó mucho el discurso... que por cierto, fue grabado de principio a fin por mi queridísimo Agustín, me imagino que se lo pondrá a solas en los momentos de bajón.

Ah y dejo para el párrafo final lo mejor: me presentaron al maromo!!!!! ese al que no dejé de aporrearle el brazo, - Carmen te presentamos a........ Coordinador de..... resultó ser un alto cargo de la Junta de Andalucía, tócate la peineta enriqueta!!!! a punto de darme algo. LLevada por la masa acabamos todos en un bar de copas donde dí cuenta del Gintonic fresquito... y ya a las ocho de la tarde me retiré porque me notaba un poco perjudicada, llevaba tacones y tuve que ir desde la Catedral de Sevilla hasta la parada del metro caminando, notaba que hacía eses, equis y uves, al andar, que flotaba, que me importaba todo un pimiento, iba sonriéndole a todo, la Catedral me pareció la más bonita del mundo, y Sevilla maravillosa, llegué al metro, me senté en ese estado de felicidad y creo que dí varias cabezadas, afortunadamente, el metro muere donde me tenía que bajar para coger mi coche y del frenazo desperté, me bajé y como pude llamé a mi Manolo: -Balolo oyesssqueno puierdo condufir. Manolo más pragmatico contestó: -vamos, que estás borracha! nooooooo esque no pierdojajaaaaaa -pues siéntate en un banco y no te muevas que voy para allá- y eso hice, me senté, joé que agustito coño, allí sentadita, sin problemas, con una sonrisa de oreja a oreja bobalicona, como flotando, sin pensar en nada, con mis zapatitos de charol, mi abriguito abrochado y con una cogorza que no veas.

1 comentario:

  1. Muy bueno, te lo he dicho muchas veces, deberías dedicarte a escribir algo el mundo se está perdiendo a una muy buena escritora.
    Amado

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